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"MEDICINA NUTRICIONAL MAYA"
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Las instalaciones de este Centro y las actividades que se desarrollan en él, permiten experimentar vivencias que nos hacen valorar en la medida adecuada todo lo que la naturaleza en forma armoniosa y gentil nos ofrece, obteniendo con ello el conocimiento de un camino y una alternativa para mantener la salud o recuperarla, aprendiendo a conocernos y conocer la mejor forma y manera de aplicar todos los elementos necesarios a favor de nuestra naturaleza, para obtener una mejor existencia y una juventud prolongada.
El conocimiento que nos ofrece la vida y la naturaleza es un derecho y un legado en el que todos debemos participar, por lo que el Grupo Moo-Ji A.C, A.C. espera contar con tu presencia y participación en los talleres, seminarios y cursos que se imparten en sus instalaciones en la Ciudad de Mérida, Yucatán.
Semana de la salud
Taller sobre energía y luz universal
Medicina nutricional Maya
En la actualidad se imparten seminarios, talleres y cursos teórico-prácticos sobre medicina nutricional Maya, a base de jugos y licuados. También se imparten talleres sobre Energía y Luz Universal, donde se realizan ceremonias y meditaciones ancestrales.
Nace en Mérida Yucatán, un 18 de Mayo de 1931.
Desde muy pequeña sentía el poder de platicar con las plantas y animales, y se convierte en alumna de su abuela paterna: Doña María Jacinta Cituk mujer de sangre maya, que por tradición legendaria buscaba a quien heredar sus conocimientos (legado que se transmitía de padres a hijos). Al no encontrar eco en sus propios hijos contaminados de la actual civilización, deposita entonces en la pequeña Ana María Moo toda su sabiduría, para cumplir de esta manera con la tradición de sus antepasados.
SU LEMA ES: LA VIDA DEBE CONTINUAR. LA VERDAD NO DEBE MORIR.
Es por eso que a muy temprana edad conoce ya el manejo de los colores, agujas y espinas, el sol, el aire, el agua, la tierra, los movimientos celestes y el manejo de energía cósmica, tal como la manejaron sus ancestros.
Conocía muy bien las plantas medicinales desde ese entonces.
Con insaciable sed de conocimientos decide recorrer gran parte de la península yucateca durante varios años, en busca de shamanes o curanderos para que le respondieran y le resolvieran sus grandes inquietudes sobre la vida Y el poder curativo de las plantas, no contenta con estas visitas ella sigue investigando y estudiando.
Empieza a desempañar sus labores dentro del magisterio, en su contacto diario con los niños, empieza a aplicar sus vastos conocimientos y cualidades medicas, quitando fiebres, dolores corporales y demás malestares que se presentaban en sus alumnos, pero sus compañeros la toman por un ser fuera de lo común y la desplazan del círculo de amistades.
Al sentirse incomprendida su actitud hacia la sociedad es introvertida, pero aun así continuaba investigado y buscando más y más conocimientos con gente que compartiera sus ideales. Así llega a convivir con sectas religiosas, con chamanes, curanderos y diversos grupos esotéricos.
Dada la escasez económica que ella vivió desde su niñez su alimentación fue vegetariana.
Su sistema a base de jugos empezó desde hace más de 40 años momento en el cual curó el primer caso de cáncer en el hígado.
Más tarde la gente se le empieza a acercar a pedir un consejo u orientación, fue así como improviso un cuartito y un escritorio para recibir a toda la gente que la buscaba, que generalmente era gente desahuciada, desde entonces es el tipo de gente que mayormente receta y atiende.
"En base a la experiencia adquirida en nuestra práctica de la medicina nutricional a lo largo de más de 40 años, consideramos haber sometido suficientemente a prueba nuestra hipótesis de que el organismo humano tiene por naturaleza la capacidad de reconstruirse y sanar de sus "deterioros" si éste recibe el aporte necesario de nutrientes adquiridos de fuentes naturales que satisfagan plenamente sus requerimientos nutricionales.
Hemos podido confirmar lo anterior al haber tratado a un elevado número de pacientes, en su mayoría considerados "desahuciados" proporcionándoles todos los alimentos que hasta donde sabemos, son indispensables para la preservación de la vida. Al haber aplicado el tratamiento con los variantes que cada caso requiere a pacientes de todas edades y afectados de muy diversos padecimientos, entre ellos Cáncer y VIH, hemos obtenido un alto grado de resultados positivos, (siempre que los pacientes han seguido rigurosamente nuestras instrucciones) y nos ha sido posible constatar también en nuestro propio organismo, los beneficiosos efectos de este sistema, dado que nosotros lo practicamos permanentemente en nuestra vida diaria.
"Es de considerar la reacción asombrosa de la naturaleza humana en su lucha de supervivencia ya que los resultados son plenamente evidentes en periodos sumamente cortos", argumenta la Dra. Ana María Moo.
La DRA. ANA MARIA MOO JIMENEZ es una de las principales representantes de la tradición Maya en nuestro país.
Realizó sus estudios básicos en su comunidad natal, más tarde se gradúa como maestra normalista.
También realiza estudios profundos sobre herbolaria en la península Yucateca.
Se gradúa como Médico Alópata en la UADY.
Posteriormente sale al extranjero a realizar estudios como médico naturista. Específicamente en Guatemala.
En realidad los primeros y grandes conocimientos los adquiere de una sabia y filosofa maestra maya, la cual fue su abuela.
Ha realizado auténticas investigaciones con gente nativa.
Constituyo el Grupo Moo-Ji A.C., que es una institución de Servicio para la Comunidad Humana. Ubicado en la ciudad de Mérida Yucatán.
Actualmente se dedica a impartir seminarios, talleres y cursos teórico-práctico sobre medicina nutricional, a base de jugos y licuados. En toda la República Mexicana y el extranjero.
Imparte talleres de energía y Luz Universal. Donde se realizan ceremonias y meditaciones ancestrales. Asimismo te invita a participar en la Semana de la salud.
Desde hace más de 40 años ha atendido a un sinnúmero de pacientes desahuciados. Con excelentes resultados de recuperación. Existen testimonios documentados.
-Cursos de Medicina Nutricional Maya
-Cursos, seminarios y talleres teórico-prácticos sobre naturismo a base de jugoterapia
-Hidroterapia
-Gimnasia
-Yoga
-Meditación
-Técnicas de desarrollo mental, autoestima y superación personal.
RECUPERACIÓN DE LA SALUD POR MEDIO DE LA REGENERACIÓN CELULAR. MEDICINA NUTRICIONAL.
La máxima de Grupo Moo-Ji es lograr y mantener el más alto respeto y consideración al cuerpo humano y su funcionamiento, así como el obtener un profundo conocimiento y comprensión de éste.
El proceso de regeneración y limpieza del cuerpo se produce al darle una alimentación adecuada basada en extractos de frutas, verduras y plantas medicinales. Nuestros ancestros Mayas conocían a la perfección los beneficios que estos alimentos producen en el organismo humano ya que reconocían y respetaban la química universal de la naturaleza.
La concentración de vitaminas, minerales, oligoelementos y otros elementos necesarios para la vida y los tiempos en que nuestro organismo lo aprovecha al máximo para su beneficio, son elementos que si se emplean adecuada y conscientemente conllevan curación y restauración del delicado balance que es la salud, lo cual está comprobado científicamente.
En Grupo Moo-Ji no solamente hemos logrado curar y conservar el buen funcionamiento de los órganos internos del ser humano, la mejora también se refleja en el exterior. Algunos de los cambios físicos que nuestros pacientes han experimentado son: Mejor apariencia libre de grasas o lonjitas, se eliminan las toxinas, disminuyen o incluso desaparecen manchas y escoriaciones en la piel, las varices se desinflaman y posteriormente se desvanecen, etc. Todos estos síntomas físicos derivan de alguna alteración seria dentro de nuestro cuerpo, en uno o varios órganos internos. Por eso es necesario sanar el interior paso a paso y en sincronía con la naturaleza de nuestro cuerpo y de los alimentos.
En Grupo Moo-Ji, las enfermedades carecen de nombre, comprendemos que el funcionamiento de nuestros órganos internos no son acciones aisladas y autónomas, nuestro cuerpo es una máquina perfecta la cual sobrevive y funciona a base de los nutrientes que se encuentran en las frutas y verduras que, desafortunadamente, hoy en día se encuentran tan olvidados debido a la incesante mercadotecnia de alimentos prácticos. Los escasos valores nutricionales o la total carencia de ellos provocan que a la larga las funciones celulares de todos nuestros órganos (estómago, hígado, riñones, páncreas, etc.) se alteren y terminen estropeándose.
Nutrir, digerir, asimilar, regenerar y eliminar, son los pasos fundamentales para inhibir el crecimiento y destruir las células cancerígenas, esto se logra aportando los nutrientes que el organismo requiere. Al cumplir este requisito, nuestro cuerpo hará el resto y cumplirá con la regeneración celular que el órgano dañado necesita.
Dos términos que son sinónimos en realidad, pero dada su aplicación actual se han convertido en dos términos totalmente diferentes, sobretodo en la practica, ya que el vegetariano presume de comer vegetales y semillas, pero ya cocinados.
En Medicina Nutricional siempre consumiremos frutas, verduras y semillas en su estado totalmente natural, vivos y frescos para aprovechar la sabia que es la energía vital de las plantas (su sangre), y que nos proporciona salud y vitalidad (fortaleza).
La Medicina Nutricional Maya es un sistema para la recuperación de la integridad humana tanto física, mental y espiritual, ya que la vida, sin el sentir, el vibrar y el despertar en el goce de una salud plena, significa el desvirtuamiento no solo de los valores físicos, sino también de los morales y espirituales. Ya que, como ha sido retintineado a través de viejos años "ment sane in corpore sane".
La medicina nutricional es la que viene a llenar las necesidades biológicas que se presentan en la vida moderna, esta conceptuada, como la única vía satisfactoria para la recuperación de la salud o la conservación de la misma
El verdadero practicante de la medicina nutricional maya, no se conforma con alimentarse solo de frutas y verduras, tal cual las brinda la naturaleza, sino que ha de llevar una vida sana, conforme todas las leyes de la misma (mente cuerpo y espíritu).
La Medicina Nutricional Maya, resurge no como una religión, pues no tiene nada de misticismo u ocultismo, ya que no existe nada oculto para aquellos ojos y corazones que se encuentran abiertos hacia la sabiduría y hacia la vida plena.
Medicina Nutricional Maya, es el cumplimiento inconsciente del modo natural de vivir.
Su propósito es lograr la manifestación de la perfección física, moral, y espiritual del individuo, como ser humano que es.
Todo ser viviente lleva en forma subconsciente, una existencia natural, más de forma consciente la lleva en forma artificial. El fin último del ser humano reside, primordialmente, en perseguir de manera asidua, constante y consciente la perfección física para así alcanzar una perfección espiritual.
El hombre, se deja influir por el medio ambiente corrupto que lo rodea, primero lo rechaza y al final termina por aceptarlo e incluso, lo hace de él, como algo indispensable y vital, cuando en realidad es todo lo contrario.
Por fortuna, esto no es una ley que se tenga que cumplir sin excepción pues existen seres humanos "racionales" que NO se dejan llevar por la manada NI por el medio ambiente, sino que formamos nuestro propio y verdadero medio ambiente y no seguimos adelante en una autodestrucción.
Los frutos en su forma natural e íntegra son parte de la alimentación del ser humano, al contrario que los alimentos muertos y desvitaminizados por el fuego que proveen a nuestro organismo de residuos tóxicos que se quedan en la sangre, circulando por todo nuestro sistema y llevándolo así a todas las células, las cuales tendrán que efectuar un trabajo extra para así poderlas desechar de nuestro organismo, ocasionando un gasto de energía que no se podrá reponer.
Lo cual no sucede cuando llevamos una alimentación como lo dicta la naturaleza, nuestra naturaleza.
Mi nombre es Rosa Santoyo Fragoso. Quiero dar mi testimonio sobre la, en apariencia, milagrosa recuperación de mi nieto, de nombre Jorge Luis Fragoso Sánchez, quien tuvo Linfoma Burking (cáncer maligno) a los 4 años de edad.
La odisea de mi nieto, una vez diagnosticado el cáncer, comenzó en el Hospital Federico Gómez, a donde sus padres lo llevaron y donde se le trató con quimioterapia y se le sometió a operación quirúrgica, sin que mostrara mejoría alguna. Como siguiente opción, los médicos le recetaron una medicina alópata llamada, si no mal recuerdo, "Metrotexate" o de sonido muy parecido, muy cara. Se la estuvieron dando a mi nieto durante varios meses, con la esperanza de que mostrara signos de recuperación, pero, como podrán ustedes imaginar, no pasó nada. Era como si nada más le hubieran estado dando agua y, mientras tanto, el cáncer progresaba. Posteriormente, sus padres lo internaron en el Hospital La Raza, en el séptimo piso, pues era ahí (o sigue siendo) donde trataban a los niños con cáncer avanzado.
Ahí le siguieron administrando el dichoso "Metrotexate" y, al no existir mejoría, los médicos le dictaminaron desahucio. Dijeron que no se podía hacer nada más que controlar los dolores con anestésicos, para que mi nieto no sufriera mucho, y esperar el fatídico desenlace. Ya podrán ustedes imaginar la angustia y la desesperación de sus padres y de mí misma al negarnos los médicos toda esperanza.
En esas estábamos cuando por casualidad vimos un programa del señor Nino Canún, donde nos enteramos del trabajo que realizaba la Dra. Ana María Moo en el Centro del Grupo Moo-Ji, fundado por ella. Llamamos al programa para obtener más información y, una vez que averiguamos los datos, entramos en contacto con la Dra. Ana María Moo. Entonces, por indicaciones suyas, y con el permiso de los papás (ellos no podían acompañar a su hijo debido a sus trabajos), me trasladé, junto con mi nieto, a Mérida, Yucatán, sede del Grupo Moo-Ji. Nos alojamos en las instalaciones del Centro, e inmediatamente comenzó el tratamiento del niño a base de jugoterapia, un método curativo de la Dra. Ana María Moo, y paseos al aire libre en un lugar natural, sin la contaminación a la que estamos acostumbrados quienes vivimos lejos del campo.
Para darles una idea de la rutina que seguía mi nieto (y yo, que lo acompañaba), era cuestión de levantarse a las cinco de la mañana todos los días, tomarse un jugo, salir a caminar al aire libre, tomar otro jugo a las dos horas, hacer otra clase de ejercicios, tomarse otro jugo y así, hasta que llegaba la hora de dormirse. Recuerdo que los jugos eran hechos principalmente a base de ajo, limón y levadura de cerveza. Había otros jugos que le daban, pero ya no me acuerdo bien cuales eran. Este tratamiento fue observado rigurosamente durante los siguientes 6 ó 7 años, después de que abandonamos las instalaciones del Grupo Moo-Ji.
En el lapso de una semana (fíjense en lo que les digo: una semana nada más) empezó a mejorar la salud del paciente, o sea mi nieto, como lo quieran llamar, junto con su estado de ánimo. Antes del tratamiento con la jugoterapia, el niño sólo quería estar acostado todo el tiempo, hecho un ovillo, recogido en sí mismo, sin ganas de hacer nada, quejándose de los dolores y el malestar que le provocaba la enfermedad. En cambio, a los siete u ocho días de comenzar el tratamiento, él mismo se incorporaba para comenzar la terapia e ingerir los diversos jugos recetados por la Dra. Ana María Moo.
Era como si su cuerpecito pidiera aquellos alimentos que tanto bien le hacían. Dejé de preocuparme de que se me hiciera tarde para levantar a mi nieto y comenzar el tratamiento: él solito se encargaba de despertarse. Cuando hablé con los papás para informarles de la mejoría de su hijo, no cabían de alegría. Déjenme contarles algo acerca de mí: resulta que, aprovechando mi estancia en el Centro del Grupo Moo-Ji, le pedí a la Dra. Ana María Moo que me recetara algo para un malestar que tenía en un brazo. Resulta que sentía que se me dormía, pues no tenía una correcta irrigación sanguínea. La Doctora me recetó algún jugo que ya no recuerdo y a los pocos días mi molestia desapareció.
Les cuento esto porque, aunque la Doctora me atendió de buena gana, ella prefiere tratar los casos difíciles, aquellos que los doctores alópatas consideran como perdidos.
Me preguntan si yo recomendaría a la Doctora y al Grupo Moo-Ji. Absolutamente. Yo, mi hija y su esposo. Gracias a Dios y a la Doctora, mi nieto es ahora un adolescente fuerte y sano, con más de 1.70 metros de estatura. Hace tiempo lo llevé con varios de los doctores que lo habían desahuciado, quienes no daban crédito a sus ojos, incrédulos de que se hubiera recuperado. Solamente uno de ellos se mostró menos escéptico, quizás porque ya tenía conocimiento de otros casos similares en los que se había optado por la medicina alternativa.
Durante el tiempo que duró la visita, este médico detenía a otros colegas suyos para decirles: "¿Ven a este niño sano? Pues resulta que hace años nos lo trajeron para ver si podíamos salvarlo de las garras del Linfoma Burking. Nosotros lo desahuciamos. Y sin embargo sigue vivo. Y sano". Naturalmente, los demás doctores pensaban que les trataba de tomar el pelo. En otra ocasión llegó hasta la localidad donde vivíamos una unidad móvil de la Secretaría de Salud. Se me ocurrió llevar a mi nieto para que le hicieran un examen médico.
Después de que nos entregaron los resultados, donde se asentaba que mi nieto era una persona totalmente sana, sin rastros de enfermedad alguna, le comenté como por casualidad a uno de los doctores del módulo que mi nieto había padecido de Linfoma Burking, pero que gracias a los cuidados y las indicaciones de una doctora naturista, se había recuperado. "Prueba de ello", le dije, "son estos resultados". ¡Huy! ¡No le hubiera dicho eso! El médico en cuestión se enojó. Me dijo que no dijera tonterías, que no sabía lo que estaba diciendo, que el Linfoma Burking es de necesidad mortal y que no tiene curación.
Éste es mi relato.
